En este post te explicamos 5 consejos básicos que puedes tener en cuenta a la hora de elegir tu sofá.
- Elige un sofá cómodo. Parece obvio, pero en numerosas ocasiones nos dejamos llevar por la estética y luego sufrimos su incomodidad durante los años posteriores. Para acertar debes fijarte en la postura de tu cuerpo al sentarte, y en el confort de sus cojines. Al apoyar la espalda contra el respaldo del sofá, la zona lumbar debe sentirse descansada y los pies deben quedar apoyados en el suelo. Las caderas no deben quedar más hundidas que las rodillas. El reposabrazos no debe estar por debajo de la altura del codo. Por otra parte, los rellenos no deben ser ni duros ni blandos, el punto medio es lo ideal.
- Elige un sofá de las dimensiones adecuadas. Antes de salir a comprar tu sofá debes medir el espacio disponible y ser práctico. Debes tener en cuenta el espacio que necesitarán otros muebles y la distribución de tu sala. No caigas en la tentación de comprar un sofá demasiado grande. Cuando tienes poco espacio puedes utilizar sofás pequeños complementándolos con piezas auxiliares. El fondo del asiento y el respaldo son los que darán sensación de mayor o menor tamaño.
- Ten clara la función que desempeñará el sofá. Tanto para elegir el tamaño, como la tapicería, confortabilidad, plazas, etc. debemos saber cuál será la función del sofá. No será lo mismo un sofá para un hall, que para la sala. Quizá una casa de veraneo requiera un sofá cama, pero no el de la sala de tu vivienda habitual. En cualquier caso debes tener en cuenta cuáles son tus prioridades antes de empezar a elegir.
- Busca la relación calidad/precio. Cuando hablamos de sofás con buena estructura, podremos arreglarlos o tapizarlos cuando queramos renovar su imagen. No siempre el precio está relacionado con la calidad. Si optas por un sofá de elevado precio, comprueba la garantía que ofrece el fabricante. También puedes esperar a la época de rebajas o buscar una buena oferta. Puedes encontrar modelos rebajados hasta un 50%.
- Elige un color y tapicería acorde a tu decoración, pero piensa en su mantenimiento. Al tratarse de un elemento protagonista en tu decoración, la elección del color es importante. Sin embargo no todos los sofás se pueden lavar o limpiar fácilmente, por ello si eliges colores claros, el sofá deberá contar con fundas lavables. Los colores neutros son un valor seguro, los estampados mejor los reservas para los cojines decorativos. Un sofá blanco es una buena elección; aporta luminosidad y parece que ocupa menos espacio. Hoy en día existen numerosos modelos de sofás que permiten lavar sus fundas fácilmente, por lo que el color blanco en un sofá no tiene por qué ser un problema.
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