Aunque en sus comienzos se utilizaba exclusivamente en locales industriales, hoy en día se deja ver en viviendas donde han pasado empresas de reformas o decoradores vanguardistas. En este post veremos cuáles son sus ventajas y aplicaciones en la construcción y en las reformas de viviendas.
Su origen se remonta a principios de los años 1890, ante la necesidad de utilizar un producto que dejase pasar la luz pero a su vez fuese tan seguro como el ladrillo. Su primera comercialización iba destinada a talleres o fábricas que no querían prescindir de la luz pero tampoco querían roturas de cristales debidas al vandalismo o a la propia actividad.
Mayor luminosidad y privacidad
Según el tipo de bloque o ladrillo cristal que se utilice, puede dejar pasar entre un 50% y un 80% de la luz.
La importancia que se le da hoy en día a la luz en cualquier proyecto de diseño de interiores, hace que el pavés sea utilizado en muchas reformas por arquitectos y decoradores.
Gran resistencia y aislamiento
Los bloques de cristal son muy resistentes. Al tratarse de bloques gruesos y consistentes, permiten ser utilizados en todo tipo de construcciones como si de ladrillo se tratara. Por otro lado, como material translúcido, no resulta crítica la pérdida de brillo de la superficie. A esto hay que añadir su cámara de aire interna que le aporta unas buenas cualidades aislantes tanto de la temperatura como del ruido. Es un material impermeable ideal para utilizar en zonas húmedas.
Producto acabado de fácil mantenimiento y limpieza
A diferencia del ladrillo, el bloque cristal es por sí mismo un producto acabado. No necesita enlucido, raseo o pintura, siendo además de fácil mantenimiento y limpieza una vez colocado.
Utilización en el exterior e interior de las viviendas
Debido a su gran resistencia, los bloques de vidrio o pavés pueden ser utilizados tanto en las paredes exteriores como en las interiores. Se pueden utilizar tanto en fachadas como en interiores para construir techos, claraboyas, paredes o suelos translúcidos. Favorecen la entrada de luz desde el exterior o entre las distintas dependencias.
De este modo podemos ver edificios de reciente construcción donde los arquitectos han elegido este material para realizar las fachadas de sus edificios. Un ejemplo es el edificio de la Biblioteca de la Universidad de Deusto en Bilbao, cuya fachada está realizada con bloques de vidrio, el típico pavés, y aún así el edificio muestra una imagen moderna y vanguardista.
En el interior de las viviendas son muy utilizados en los baños, tanto para tabiquería como en sustitución de las mamparas de baño.
Versatilidad estética
Los bloques de vidrio, bien sean cuadrados o rectangulares, suelen ser pequeños (tamaño estándar 19x19x8 cm). Esto permite construir paredes y composiciones de todo tipo, desde cerramientos planos a separaciones interiores con formas curvas. Además se pueden encontrar en diferentes formas y tamaños, y con distintos acabados; incoloros o de color, texturizados o lisos, etc.
Los bloques de vidrio o pavés se pueden colocar con junta de cemento entre los bloques ( lo más habitual), con juntas de aluminio, o sin juntas.
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