Un tejado puede ser un elemento decorativo de la vivienda, pero por muy estético que parezca, su principal función es la de preservar su interior y garantizar la confortabilidad de quienes hacen vida bajo él.
Bien si se trata del tejado de su vivienda o el de su comunidad, es conveniente examinar su estado, verificar la estanqueidad de sus partes y comprobar que sus elementos están bien fijados, que cumplen su función y que no son un peligro potencial.
Hacer pequeñas reparaciones hoy evita costosos arreglos en el futuro y llevar un buen mantenimiento de la cubierta, todo hay que decirlo, es una ventaja ante la futura venta de cualquier inmueble. Pero ¿en qué hay que fijarse a la hora de comprobar el estado de un techo? No hay misterio, con buenas aptitudes para la observación y algunas recomendaciones clave, lo tendrá más fácil para asegurar el mantenimiento de cualquier tejado, de su cubierta o de su techo.
Así, puede empezar por descubrir si se producen desajustes, si hay partes del techo que están cediendo. También puede verificar si hay daños por escapes de agua, agujeros y demás, así como manchas oscuras debidas a mohos o grietas. Una manera de detectar estas últimas es comprobar si desde el interior se percibe alguna entrada de luz del exterior. Pero vamos por partes, veamos cada uno de estos aspectos y otros igual de importantes:
- Tejas rotas. De lo que se trata es de detectar desajustes en el alineamiento de las tejas, tejas que falten, y piezas partidas para cambiar las tejas dañadas antes de que los daños por la humedad agraven el problema. Una forma de advertir que algo le sucede a la cubierta de tejas, sin subirse al techo, es comprobar cómo en las inmediaciones de la vivienda, en el suelo, se dejan ver fragmentos del tejado; tejas u otros componentes, arrastrados por el viento o por la lluvia.
- Observar los puntos de unión. Las zonas de unión entre las chimeneas y el tejado, de la cubierta con las entradas de ventilación, las canalizaciones o las tuberías son puntos clave que hay que comprobar con especial atención
- Dilatación diferente. Materiales de diferente naturaleza y con coeficientes de dilatación distintos acaban por generar holguras a través de las cuales se puede colar el agua que funciona como un agente que acelera la degradación de las cubiertas. Y lo que hay debajo.
- Verificar si hay signos de humedad. La humedad y el moho que puede incluir se detecta a partir de cambios en la coloración de la superficie de los materiales, normalmente, reconocibles por sus tonos negros o verdosos. Hay que recordar que las colonias de mohos, de hongos y de bacterias son muy prolíficas y se pueden extender rápidamente en menos de 48 horas si las condiciones son ideales.
- Examinar el drenaje. Las tuberías de las que hablábamos y los canalones ayudan a eliminar el agua de los tejados, cualquier obstrucción puede almacenar agua en puntos no visibles que contribuyan a minar la solidez de la estructura en algunas de sus partes. Verificar el estado de los bajantes que arrancan en los techos es una de esas tareas regulares de control que no se puede ignorar en el mantenimiento de cubiertas y tejados.
- Comprobar las salidas auxiliares. No tiene sentido llevar la salida del extractor de la cocina, de cualquier elemento de la calefacción o las salidas de los baños directamente a los tejados. Esas emisiones son también un factor potencialmente disruptivo para la conservación de una cubierta.
Estos consejos le ayudarán a conservar su techo, tejado o su cubierta, adelantándose a los procesos de deterioro y permitiendo mantener su tejado en buen estado mediante reparaciones puntuales evitando el cambio de la cubierta antes de tiempo. Si cree que su tejado o cubierta sufre algún tipo de daño, no dude en consultar con nuestros técnicos expertos en rehabilitación de tejados y fachadas; realizarán una inspección gratuita para valorar el estado de su tejado.