Los materiales de construcción han evolucionado mucho en los últimos tiempos, pero si alguno destaca sobre los otros a nivel doméstico es sin duda el suelo laminado y la tarima flotante.
Los nuevos materiales unidos al desarrollo de productos impulsados por las grandes superficies comerciales, han democratizado las renovaciones de suelos y tarimas.
Si anteriormente un suelo de madera de tarima o parqué requerían una importante inversión, actualmente nuevos suelos laminados de bajo coste y fácil colocación están al alcance de cualquiera.
Existen muchos tipos de tarimas flotante, y no necesariamente deben ser de material laminado, también pueden ser de madera. La tarima flotante tal cómo explicamos en un post anterior es aquella que no se coloca sobre rastreles sino sobre el suelo que queremos reemplazar. Esta forma de colocación hace que sea más fácil y económico el cambio de tarima.
Si te has decidido por colocar tarima flotante, deberás elegir la calidad de la misma en función del uso que le vayas a dar. Si optas por un suelo laminado, deberás tener en cuenta tanto la clasificación AC como las clases de utilización, resistencia al impacto, grosor, garantía…
En este post te indicaremos cómo colocar la tarima flotante que actualmente más se comercializa; tarima flotante de suelo por clic.
Antes de empezar a colocar la tarima
Según el material de la tarima, y especialmente cuando se trate de tarima flotante de madera natural, serán necesario dejar las tablas en el lugar donde se vaya a colocar durante unos días antes. De este modo la humedad de la tarima se iguala con la de la habitación, evitando dilataciones posteriores a la colocación.
Así mismo, deberemos dejar el suelo limpio y seco antes de proceder a la colocación. En caso de que el suelo no esté bien nivelado, deberemos nivelarlo con una pasta niveladora.
Después colocaremos tiras o láminas de aislamiento acústico y térmico. Se trata de espuma de polietileno que además del aislamiento proporciona estabilidad a la tarima. Se deben colocar en orientación perpendicular a la dirección que vayamos a colocar la tarima.
Orientación de la tarima
Antes de empezar a colocar la tarima debemos pensar en qué sentido debe ir la tarima y por qué pared empezaremos a colocar.
Lo normal es empezar por la pared más visible, de modo que los remates y ajustes que tengamos que hacer al final de la colocación queden menos visibles.
Respecto a la orientación de la tarima, podemos tener en cuenta la forma de la habitación, pero también debemos tener en cuenta la luz.
Poner la tarima en dirección hacia la luz, hará que no se vean posibles fallos y desniveles entre las lamas.
Herramientas necesarias para la colocación
Las herramientas que necesitarás para colocar la tarima serán las siguientes:
- Un cúter para recortar la lámina aislante.
- Una cinta métrica y un lápiz para medidas de la habitación y decidir el tamaño de los paneles laminados.
- Cuñas de PCV para dejar juntas de dilatación en el perímetro de la tarima.
- Un martillo o maza y un taco de impacto para ayudar con el sistema clic a colocar las lamas en su sitio.
- Una sierra vertical que permita cortar las lamas al largo deseado y hacer formas redondeadas para los ajustes. También puede ser útil una guillotina.
- Un bisel o un ajustador para obtener el ángulo de descuadre de la pared y cortar las lamas.
Colocar las lamas de la tarima flotante
Después de colocar la capa aislante, procedemos a colocar la tarima propiamente dicha. Es importante seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a las juntas de dilatación necesarias. Normalmente deberemos dejar aproximadamente 1 cm entre la tarima y la pared. Para ello podemos ayudarnos de cuñas de PVC que se venden específicamente para colocación de tarimas flotantes.
La mayor dificultad de la colocación la encontraremos a la hora de cortar las lamas en diferentes medidas y sobre todo en los ajustes a las esquinas y diferentes ángulos. Por otro lado también es cierto que no hace falta hacerlo a la perfección, ya que tanto esos cortes como la junta de dilatación que dejaremos en el perímetro, quedarán tapados por el rodapié.
Irás viendo que es muy sencillo, ya que las tarimas actuales vienen con el sistema de colocación por clic o un machihembrado que lo hace muy sencillo. Es recomendable contar con un martillo y un taco de madera para ayudar al encaje de las lamas entre sí.
Colocar el rodapié
El rodapié se puede comprar en diferentes medidas y siempre debe colocarse al finalizar el montaje de la tarima. Lo habitual es utilizar rodapié de un color similar a la tarima, pero también puedes elegir el color de las jambas y puertas.
Si tu tarima se ha colocado en sustitución de un suelo anterior, al quitar el viejo rodapié quedarán unas feas marcas en la pared. Fíjate bien en la altura del rodapié anterior para utilizar un nuevo rodapié que te ayude también a tapar esas marcas.
Lo ideal es contar con una sierra ingletadora eléctrica para conseguir hacer los cortes perfectos en las esquinas. Aunque estas máquinas son demasiado caras como para comprarlas para un solo uso, puedes encontrar ingletadoras manuales por muy poco dinero.
Esperamos que después de este post tengas más claro en qué va a consistir la colocación de una tarima flotante. No es que sea difícil, pero requiere tener ciertas consideraciones en cuenta, y disponer de las herramientas necesarias antes de ponerte a ello.
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