La decisión de comprar una vivienda es una de las más difíciles que una persona va a tomar. El elevado coste económico de esta operación probablemente nos persiga durante muchos años hasta que consigamos pagar la hipoteca. Además, también tenemos que valorar si merece la pena comprar un piso nuevo o reformar uno antiguo, por lo que esta elección debe ser analizada de manera objetiva.
A nadie se le escapa que el acceso a la vivienda es uno de los problemas más graves que existen en nuestro país. Muchos jóvenes no tienen las condiciones económicas suficientes para salir del núcleo paterno.
Por eso, una vez que se cuenta con una situación favorable para adquirir un inmueble la opción de comprarlo nuevo o realizar una reforma de vivienda siempre está sobre la mesa.
Muchas personas se preguntan si merece la pena comprar una casa para reformar, la respuesta es sencilla: depende de las necesidades que tengamos. Si buscamos un piso en una zona en concreto, por ejemplo en el Centro, igual no encontramos inmuebles de nueva construcción por lo que deberemos rehabilitarlo. En cambio, si la zona nos da igual pero queremos vivir en un determinado municipio, la opción de obra nueva siempre es aconsejable.
¿Reformar una casa o comprar una nueva?
Expertos en decoración de interiores alegan que, en un primer momento, el consumidor se decanta más por la vivienda nueva, ya que no quiere enfrentarse a largas obras. Sin embargo, en algunas situaciones, por ejemplo si queremos vivir en un barrio en concreto, merece la pena rehabilitar una casa usada ya que, tras la reforma, el piso estará a gusto del cliente y revalorizado. Eso sí, antes de decantarnos por esta última opción hay que sumar al precio de la vivienda el presupuesto facilitado por la empresa de reformas y echar cuentas.
Otro aspecto a valorar es el tipo de obra a realizar. No es lo mismo un lavado de cara que consista en pintar habitaciones, poner calefacción o cambiar el suelo etc., a trabajos de envergadura como puede ser una reforma de cocina, de baño o una nueva distribución. Hay que tener cuidado con este tipo de labores porque el presupuesto se puede disparar.
En una vivienda de nueva construcción no sufriremos este tipo de problemas. Las instalaciones serán totalmente nuevas, contaremos con materiales de calidad y con el aislamiento adecuado que nos permita abaratar nuestra factura energética. Asimismo contarán con garaje y trastero, algo que una vivienda de segunda mano, lo más probable, es que no venga asociado y tengamos que alquilar una plaza.
Por el contrario, la mayoría de este tipo de inmuebles suelen estar alejados del Centro y son más ciudades dormitorio que barrios llenos de vida y ambiente. También, según en qué casos, el transporte público será deficitario y la falta de comercio local hará que tengamos que desplazarnos a hacer un cualquier recado.
Como veis ambas opciones tienen sus pros y sus contras. Decantarnos por comprar un piso nuevo o reformar uno antiguo es una decisión a tomar, analizando los aspectos citados anteriormente y alguno más. Si sois de los que apostáis por la restauración del piso, BDBN es una empresa de reformas que conseguirá plasmar vuestros intereses. Ofrecemos este tipo de trabajos a nivel nacional, ya sea para hacer una reforma integral o parcial. Para saber más sobre nosotros, no dudes en ponerte en contacto. Concertaremos una cita para analizar tus intenciones y ofrecerte un óptimo asesoramiento.
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