Disponer de una segunda residencia a la que acudir los fines de semana o las vacaciones es una opción ideal para eliminar el estrés producido por el día a día. Este tipo de viviendas cuando se encuentran en el campo son ideales para aprovecharlas en verano. Sin embargo, muchas veces son sinónimo de falta de confort durante el invierno, por su falta de un buen sistema de calefacción. Por eso, en este post trataremos de aclararte cuál puede ser el mejor sistema de calefacción para una casa de pueblo o de campo, y que así puedas disfrutarla también en la época de mayor frío.
Al tratarse normalmente de casas antiguas y grandes, suelen carecer del aislamiento térmico de las viviendas actuales, por lo que antes de tomar una decisión, hay que analizar diferentes factores.
En el mercado existen numerosos sistemas de calefacción, pero antes de decantarnos por uno debemos estudiar nuestra situación y el tipo de vivienda. No es lo mismo, ir todos los fines de semana, que uno al mes o si se trata de una vivienda adosada, una casa o un piso.
El primer aspecto que hay que tener en cuenta es mejorar el aislamiento de la vivienda. No vamos a pedir que instales fachada ventilada o aislamiento SATE, pero sí que apuestes por unas puertas y ventanas con buen aislamiento térmico. Puede parecer una inversión costosa, pero realmente amortizarla rápidamente al descender el consumo de tu sistema de calefacción.
Tipos de calefacción para una casa de campo
Calefacción por radiadores eléctricos. Es el sistema más cómodo y por lo general, uno de los más utilizados. Enciendes los radiadores en las estancias que vayas a usar y solucionado. El gran problema es el alto coste de la luz. Es un sistema adecuado para pisos pequeños y si estás todo el día fuera de casa.
El suelo radiante es el método ideal para casas unifamiliares. Ofrece un mayor rendimiento y se calienta todo el inmueble por igual. Además, permite asociarlo a fuentes de energía renovables como las placas solares que puedes instalar en el tejado. Como gran contra es que requiere de una gran obra y su coste es elevado.
Estufas de pellets. Opción muy demandada y de fácil uso, ya que su combustible es muy económico y aporta gran cantidad de calor. Su mantenimiento es prácticamente nulo, solo hay que limpiarla más o menos cada dos meses. El principal inconveniente es que tienes que tener hueco para almacenar los pellets y efectuar una pequeña obra para la instalación de la estufa.
Calefacción con leña. Si te gusta el fuego de una buena chimenea, las calderas de gasificación de leña es una posibilidad a tener en cuenta. Aprovechan mejor el poder calorífico que las tradicionales chimeneas y además de ser eficiente, es muy económica. Las desventajas son las labores de limpieza que hay que hacer cada poco tiempo y la necesidad de contar con suministro de madera para poder quemar.
Sistema de calefacción geotérmico. Es el mismo sistema que las estufas de pellets, pero con otro material de combustión. Estos sistemas funcionan muy bien, pero tienen una fuerte inversión inicial. La ventaja es que puedes abastecer necesidades como la calefacción, el agua caliente etc.
Existen otro tipo de sistemas como el gasóleo, el butano… pero su relación precio/aporte calórico no es tan eficiente como los métodos analizados anteriormente. Si necesitas asesoramiento sobre el mejor sistema de calefacción para tu casa de pueblo, aprovecha los conocimientos de los profesionales de Buenos Días Buenas Noches. Analizaremos la situación y tus condiciones y te ofreceremos un presupuesto sin compromiso.
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