Cuando un electrodoméstico comienza a dar problemas siempre nos quejamos de la obsolescencia programada. Muchos consumidores en vez de consultar a un profesional si es recomendable su arreglo, optan por comprar uno nuevo, pero ¿es rentable reparar un electrodoméstico? Según los años que tenga el aparato y el presupuesto puede que sea recomendable. Por eso, debemos analizar diferentes aspectos que nos ayuden a tomar esta decisión.
Para incrementar la vida útil de estos productos y no llenar los vertederos o puntos limpios de lavadoras, frigoríficos etc., desde el pasado mes de marzo la Unión Europea ha establecido el denominado “derecho a la reparación”. Esta normativa obliga a los fabricantes a disponer de recambios para arreglar este tipo de aparatos durante los diez años siguientes a la compra.
De esta forma, los técnicos en electrodomésticos dispondrán de las herramientas necesarias para su reparación y dependiendo del presupuesto, el consumidor puede optar por su arreglo o comprarse uno nuevo. Además, no podemos olvidar que el reciclaje de este tipo de productos es costoso y siempre hay alguna persona que no lo deposita en el lugar adecuado.
¿Cuándo es rentable arreglar un electrodoméstico?
Un electrodoméstico es recomendable repáralo siempre que esté en garantía. Durante los dos primeros años si detectamos algún problema, solo tenemos que llamar al servicio técnico. Ellos se encargarán de solucionar el inconveniente de manera gratuita.
Las dudas sobre si es rentable repararlo surgen cuando ya tiene un determinado tiempo, por ejemplo si una lavadora tiene 6 años. En ese caso lo más indicado es ponerse en contacto con un técnico, solicitarle un presupuesto y tomar una decisión. Eso sí, debemos confiar en profesionales acreditados que garanticen una solución duradera y si puede ser que el recambio sea del fabricante.
De todas formas, para saber si es rentable la reparación de este tipo de producto existe el método de la amortización de electrodomésticos. Un sistema que tiene en cuenta el valor actual del aparato (se calcula una depreciación del 10% anual), el coste del arreglo, los años de vida que le quedan (vida útil 10 años), y el valor de depreciación del nuevo. En este caso, si el presupuesto de sumar los dos primeros puntos y dividirlo entre el tiempo que le queda es menor que la devaluación del nuevo, entonces será aconsejable afrontar este gasto.
¿Cuándo no es aconsejable repararlo?
La vida útil de este tipo de productos no va más allá de los 10 años. De esta manera, si nuestro lavavajillas, nevera… tiene más tiempo que lo indicado anteriormente o está cerca de esa cifra, no merece la pena ese gasto. La avería puede que no sea muy costosa, pero será la primera de muchas por lo que se convertirá en un sacacuartos.
Además, si tu electrodoméstico tiene una determinada edad, lo óptimo será apostar por uno nuevo. No olvidemos que este será más eficiente, aspecto que permitirá un pequeño ahorro en nuestra factura energética y veremos amortizada esta inversión en una pequeña medida.
En BDBN contamos con un equipo de técnicos de electrodomésticos que te asesorarán sobre si realmente es rentable reparar este tipo de aparatos o apostar por uno nuevo. Nuestro éxito se basa en dispensar un óptimo asesoramiento y eso se traduce en que en algunos trabajos no merece la pena arreglarlos, ya que no sería rentable hacerlo.
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