Cuando llueve mucho o después de regar, nos puede pasar que algunas zonas de nuestro jardín se llenen de barro. Estos lugares donde se genera el barro pueden ser bajo un grifo exterior, bajo los árboles y plantas que regamos, zonas del jardín donde se crean charcos o en las zonas de paso.
Para evitar que se cree este barro, que además de resultar poco estético puede acabar llegando al interior de nuestras casas, existen varias soluciones. En este post te indicaremos algunas de ellas, empezando por las más fáciles, y acabando por la solución más costosa.
Evitar el barro bajo un grifo exterior o bajo las plantas
El goteo y pérdidas de agua de los grifos exteriores cuando regamos, pueden acabar generando un exceso de agua bajo los mismos, generando barro.
Lo mismo sucede bajo plantas y árboles cuando son regados. Aunque normalmente no es un problema, podemos preferir una solución más estética que además impida que un niño o mascota nos ensucie el interior de nuestra casa después de pisar ahí.
Para estos casos la solución para evitar la formación de barro es muy sencilla. Sólo tendrás que añadir grava al pie de los árboles, plantas y el grifo. Si quieres puedes elegir entre diferentes gravas o cantos redondeados. Para que el acabado sea perfecto debes cavar un agujero bajo el grifo de modo que las piedras queden al ras.
Evitar el barro en las zonas de paso
Cuando el barro se forma en las zonas de paso, también podemos utilizar grava, siempre que no nos importe perder el color verde de la hierba. Esto puede resultar muy útil y sencillo de aplicar en las zonas de garaje.
Sin embargo en el resto de jardín normalmente necesitaremos recurrir a otro recurso. Para seguir manteniendo la hierba y una bonita estética en nuestro jardín, la solución está en crear un camino por las zonas de paso. Cuando los albañiles realizan un camino con piedra o baldosas en un jardín, preparan el terreno con arena para que drene bien. En esta ocasión te contamos una forma más fácil de hacerlo.
Se tratará de elegir piedras planas de gran tamaño, para colocarlas haciendo un camino. Aunque sean planas, deberán tener un grosor suficiente para sobresalir en altura y quedar por encima del nivel del resto del jardín. Así estarás a salvo del barro y los charcos de agua.
Para evitar que las piedras se hundan, podemos colocar malla raschel debajo de las piedras. Entre las piedras grandes podemos añadir grava, arena, o en el caso de que queramos que brote hierba poner un poco de tierra.
Evitar la formación de charcos en el jardín
Si lo único que queremos es evitar que se formen charcos y barro en el jardín, podemos hacer 2 cosas para mejorar el drenaje. Cambiar la inclinación del jardín para enviar el agua hacia un lugar donde pueda drenar, y mejorar la absorción de la tierra de nuestro jardín.
Cambiar la inclinación del jardín: esto implicará levantar tierra con una pala o azada, para arrojarla hacia la zona que queramos que esté más alta. Normalmente esta zona más alta debe corresponder con la zona cercana a la entrada de nuestro hogar. Después habrá que sembrar y compactar la tierra.
Cambiar la composición de la tierra: habrá que levantar toda la tierra de nuestro jardín. Después añadir una capa de grava, de arena, o ambas por debajo de la tierra. A no ser que tu jardín sea pequeño, esta última opción es mejor que sea realizada por profesionales que contarán con la maquinaria adecuada.
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