Ahora con el calor encima, nos hemos acordado del aparato de aire acondicionado. Pero, ¿cuándo fue la última vez que realizaste el mantenimiento de tu aire acondicionado?
Aunque por normativa los aparatos de aire acondicionado deben ser instalados y reparados por profesionales autorizados, hay ciertos mantenimientos que puedes hacer tú mismo.
Lo más importante se centra en realizar correctamente la limpieza de filtros, pero en este post iremos un poco más lejos. Te explicaremos paso a paso todo lo que debes hacer para el óptimo mantenimiento preventivo de tu aire acondicionado.
Ventajas de realizar un buen mantenimiento
Las ventajas de realizar un mantenimiento preventivo de tu aparato de aire acondicionado son varias. Por un lado mejorará la eficiencia de tu aparato, consiguiendo enfriar más con el mismo consumo eléctrico (esto supondrá un ahorro en electricidad). Por otro lado alargará la vida de tu máquina de aire acondicionado. Y por último, mejorará la calidad del aire de tu hogar u oficina.
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Qué materiales necesitas para realizar el mantenimiento
Las herramientas principales que necesitarás serán: un cepillo, un trapo, unos guantes, un pequeño aspirador, una escalera, y agua con lejía o desinfectante especial para aire acondicionado.
Limpieza de los filtros
Una de las principales tareas de mantenimiento es la limpieza de los filtros. En temporada de funcionamiento habitual, la limpieza de los filtros es recomendable realizarla cada 3 o 4 semanas, pero es totalmente necesario al comienzo de la temporada de calor.
- Asegúrate de que el aparato está pagado.
- Abre la tapa de la unidad evaporadora y extrae los filtros con cuidado. En algunos modelos encontrarás filtros anti olores y anti polen. Si los filtros anti olores son de carbono, no pueden limpiarse y deben ser sustituidos cada dos años.
- Lava el filtro principal y el anti olores (si no es de carbono) bajo el grifo con agua caliente ayudándote con el cepillo suavemente y déjalos secar al aire. El filtro anti polen no debes mojarlo, utiliza la aspiradora para limpiarlo.
Limpieza del aparato de aire acondicionado (unidad interior)
Tras los filtros encontrarás la evaporadora o intercambiador interior donde se acumula gran cantidad de polvo. Este polvo hace que el aparato consuma más al trabajar con menor rendimiento. Límpiala con el aspirador pasándolo por encima. Después utiliza un trapo humedecido con el desinfectante de aire acondicionado y frota la evaporadora. También puedes pulverizar el desinfectante sobre el evaporador. En lugar de un desinfectante especial para aire acondicionado puedes utilizar agua con un 10% de lejía.
Una vez realizada la desinfección y cuando los filtros se han secado, puedes volver a poner todo en su sitio y cerrar la tapa.
Mantenimiento de la unidad exterior
Nunca intentes acceder a la unidad exterior si está ubicada en altura en la fachada de tu vivienda, cuenta con profesionales. La unidad exterior normalmente no tiene filtros, y la suciedad se deposita en la batería del intercambiador. La excesiva acumulación de polvo en este panel tiene consecuencias similares a la suciedad en los filtros. Disminuye considerablemente la eficiencia y puede acabar con el bloqueo del aparato. La mejor limpieza del intercambiador se consigue mediante un compresor aplicando aire a presión. Si no tienes pistola de aire a presión, puedes intentarlo con una brocha pasándola por todas las rendijas con mucha paciencia hasta limpiarlo bien.
Carga de gas de aire acondicionado
En ocasiones puede suceder que el aparato de aire acondicionado pierda gas refrigerante. En estos casos es necesario realizar una carga de gas, no sin antes encontrar la fuga y repararla. En estos casos es imprescindible contar con profesionales quienes disponen de manómetros u otras herramientas especializadas para realizar la comprobación.
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