Todos los inviernos escuchamos o leemos en los medios varios casos de incendios surgidos por problemas eléctricos. La gran mayoría de ellos son consecuencia de un mal estado de los materiales u otros problemas derivados de instalaciones eléctricas antiguas. Además de los riesgos que nos puede suponer no realizar el mantenimiento adecuado, también pueden ocasionar problemas de confort o un mayor consumo en la factura eléctrica.
Se calcula que siete de cada diez viviendas no cuentan con unas instalaciones eléctricas de garantías, siendo las de mayor riesgo las edificadas antes de 1973. Esto se debe, a que antes de esa fecha no había ninguna reglamentación.
Ahora, las instalaciones eléctricas deben cumplir el Reglamento Electrónico de Baja Tensión (REBT). Una normativa que establece las condiciones técnicas y garantías que deben reunir las instalaciones eléctricas conectadas a una fuente de suministro en los límites de baja tensión, teniendo como objetivo, el preservar la seguridad de las personas y el funcionamiento de dichas instalaciones.
Si a esto le sumamos la inexistencia, con carácter general, de inspecciones periódicas o certificados que garanticen una buena instalación, nos encontramos que la prevención, la vigilancia y el buen mantenimiento son las únicas armas para evitar posibles problemas eléctricos.
Por eso, es indispensable que un profesional haga una revisión eléctrica de nuestro hogar. Con ella conoceremos el estado de nuestra instalación y podremos prevenir accidentes domésticos y además ahorrarnos un poco de dinero en la factura de la luz.
Problemas eléctricos en casas antiguas
Si tu hogar es antiguo y quieres saber cuáles son los problemas eléctricos más comunes en las casas viejas. Necesitas conocer los inconvenientes más habituales:
- Sistemas eléctricos inadecuados y sobrecargados.
- Recubrimiento de paredes y techos que contienen cableado.
- Uso inadecuado de ampliaciones de circuitos eléctrico.
- Artefactos eléctricos desgastados que no se sustituyen.
- “Autoreparaciones” eléctricas mal hechas.
- Falta de instalación a tierra.
Si a esto le unimos que el potencial del consumo de electricidad es mucho mayor que hace tres décadas, nos encontramos con que el cableado eléctrico de la mayoría de hogares está anticuado o presenta defectos.
Revisión de instalación eléctrica en mi hogar
Aunque no sea obligatorio, los electricistas profesionales recomiendan revisar la instalación eléctrica del hogar cada diez años, y no vale hacerla uno mismo. Hay que contar con un técnico con la formación y experiencia adecuada, quien sabe localizar problemas eléctricos, revisa el estado del cableado y las tomas de corriente… para garantizar que la instalación eléctrica no sufre ningún problema o avería.
Por último, si realizamos este tipo de revisiones eléctricas (más si vivimos en una casa antigua) no evitaremos problemas de falta de suministro y lo que es más importante evitaremos posibles accidentes e incendios en nuestro hogar. Debemos primar siempre el confort en hogar y sobre todo la seguridad.
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