Probablemente las puertas sean las grandes olvidadas cuando nos planteamos hacer pequeñas reformas en casa. A pesar de su función indispensable en cualquier domicilio, no les prestamos la debida atención y es cuando empiezan a deteriorarse. De todas formas dependiendo del arreglo de puertas que se deba hacer, lo mejor será contactar con un carpintero con experiencia. Sin embargo, algunas tareas podremos hacerlas nosotros mismos con un poco de pericia. Dentro de este ámbito, el cambio de jamba es esa labor que podemos reparar si tenemos los conocimientos necesarios. Eso sí, antes debemos saber qué es la jamba de la puerta y cuál es su función.
Este término no solo se emplea en este tipo de cerramiento, sino también en otros como las ventanas, por lo que su arreglo es bastante habitual en profesionales que se dedican a ello.
¿Qué son las jambas o tapetas de las puertas?
La jamba, también conocida como tapeta, es cada una de las piezas que se colocan entre el marco de la puerta y la pared. De hecho son dos piezas verticales y una horizontal. En las puertas, las jambas se colocan en los dos lados de la pared, mientras que en las ventanas suelen hacerse en la parte interior de la vivienda.
Su función podría definirse como decorativa ya que oculta la unión existente entre el marco de la puerta y la pared. Para que nos aclaremos un poco más, la función de carpintero será tapar esa unión y que quede de forma decorativa con las jambas.
Tipos de jambas
Las jambas se pueden clasificar según su relieve o su material. Si nos centramos en su relieve, encontramos dos tipos de tapetas: molduradas y lisas. Las primeras son las más comunes y se utilizan en puertas con diseños más clásicos o rústicos. La unión entre la parte vertical y horizontal se hace en un ángulo de 45 grados. Por su parte, las jambas lisas están destinadas a cerramientos más modernos. Su unión se suele hacer en recto ya que no llevan ni dibujo, ni relieve.
Si tenemos en cuenta el material con que están fabricadas, podemos encontrar jambas macizas; fabricadas en una solo pieza y de maderas nobles. Chapadas; elaboradas con piezas de aglomerado a la que se cubre con una chapa de madera natural. Por último están las de PVC; siendo su uso más habitual en ventanas gracias a su gran resistencia.
¿Cómo se cambian las jambas de la puerta?
A pesar de su resistencia en algunas ocasiones ya sean por golpes, portazos etc., esta parte de la puerta se termina desprendiendo o sufriendo cualquier tipo de daño. Con un poco de pericia y paciencia podremos arreglar la puerta nosotros mismos, pero si queremos un resultado profesional, lo más conveniente es apostar por un carpintero profesional.
Para sustituir una jamba por otra emplearemos una espátula a modo de palanca. La metemos entre la jamba y la pared iremos dando pequeño golpes. Generalmente, esta parte de la puerta se fija a la pared con silicona o con clavos por lo que igual tenemos que hacer uso también de unos alicates. De esta forma, sólo nos queda dar golpes secos y se irá desprendiendo poco a poco. Una vez que hayamos despegado todo, queda repararla o sustituirla por la nueva, aplicando una cola adhesiva.
Siguiendo estos pasos, tu puerta parecerá como nueva. De todas formas si quieres un resultado profesional, ya sea con un cambio de jambas, el arreglo de puertas o cualquier tipo de trabajo relacionado con la carpintería, en BDBN contamos con una amplia red de carpinteros con amplia experiencia en estas lides.
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