Con los cambios de temperatura y humedad, es normal que la madera de las puertas de nuestro hogar se dilate y contraigan creando ciertas deformaciones. Además, con el paso del tiempo las bisagras de las puerta comienzan a cederse debido al peso que deben soportar, produciendo arrastres y entorpeciendo el funcionamiento de la puerta. Sin embargo no hace falta ser un carpintero profesional para arreglar algunos de esos desajustes que normalmente se producen entre la puerta y el suelo creando rozaduras. Por ello, os enseñaremos un pequeño truco de carpintería para eliminar ese rozamiento que puede dañar nuestro suelo:
Para ello necesitaremos los siguientes materiales:
- Tiza
- Lija
- Cepillo de carpintero
- Ovalillo
Proceso:
1) El primer paso será, pintar con una tiza los cantos de la puerta. Esto nos ayudará a comprobar dónde roza la puerta cuando se cierra.
2) Después, lijaremos la zona dónde se produce la rozadura. Si el exceso de madera que debemos de eliminar es muy grande, tendremos que pasar un cepillo de carpintero. A veces, es suficiente con colocar un papel de lija bajo la puerta y hacerla arrastras de un lado a otro eliminando de esta manera el exceso de madera.
3) Es conveniente que coloquemos un ovalillo en la bisagra para levantar la puerta y evitar que la puerta siga rozando el suelo.
4) En caso de que sea el suelo quien produce el rozamiento, será más sencillo rebajar la puerta que tratar el propio suelo.
Anteriormente, os hemos enseñado como realizar el arreglo de arañazos y manchas de la puerta. Esta vez, con estos 4 sencillos pasos podrás dar solución al molesto roce de la puerta con el suelo, evitando así cambiar la estructura de la puerta. No dudes en contactar con nosotros para la ayuda de un profesional.
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