Cuando hablamos de que alguien está enfermo siempre nos referimos a un ser vivo. Personas o animales pueden ver mermadas sus capacidades por una gripe, un resfriado etc. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha extrapolado este término a los edificios. Por eso, si al entrar en tu oficina te sientes indispuesto o cuando estás en casa tiene dolor de cabeza, es importante conocer qué es el síndrome del edificio enfermo y las soluciones para evitarlo.
Aunque parezca mentira, viviendas, oficinas o centros de trabajo pueden resultar perjudiciales para las personas, derivando en absentismo laboral o una reducción de la producción de los empleados.
¿Qué es el síndrome del edificio enfermo?
La OMS define el Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) como un conjunto de enfermedades originadas por la contaminación del aire en espacios cerrados. En realidad, esta enfermedad no la sufre la edificación sino las personas que habitan o trabajan en él.
Debido a una mala ventilación, una descompensación de temperaturas, una mala iluminación o los gases en suspensión… los inquilinos pueden llegar a enfermar. El tipo de malestar más habitual de las personas que lo padecen son: náuseas, mareos, resfriados que no se curan o irritaciones de las vías respiratorias.
Condiciones que cumplen los edificios enfermos
La verdad que es difícil explicar los condicionantes que provocan que los edificios enfermen. Como hemos dicho anteriormente, el síntoma general es la indisposición de los trabajadores o los vecinos del inmueble.
Por norma general, los edificios de construcción poco costosa, edificios herméticos en los que no se pueden abrir las ventanas o los que tienen un sistema de ventilación forzada suelen ser los que padecen este tipo de inconveniente. Pero para cerciorarnos, la opción más adecuada es contratar a una empresa de mantenimiento para que analice las diferentes instalaciones que componen la edificación.
Soluciones para evitar el síndrome del edificio enfermo
Aunque los afectados sean los vecinos o los trabajadores, el síndrome del edificio enfermo tiene solución. Generalmente con una serie de reformas se olvidarán de esas náuseas y migrañas. El problema deriva en que esas rehabilitaciones pueden que sean muy costosas o no se puedan realizar. Por eso, con estos simples tips se logrará mejorar el día a día de las personas.
- Limpieza exhaustiva de los sistemas de ventilación.
- Una buena labor de mantenimiento de estos sistemas.
- Ventilar las diferentes estancias para que el aire se renueve.
- El edificio debe estar con una temperatura entre 22-24º y un 40-60% de humedad.
- Fomentar la entrada de luz natural.
- Almacenar correctamente los productos químicos utilizados para la limpieza, el material de la impresora etc.
Ahora que ya conoces algunas de las soluciones para evitar el síndrome del edificio enfermo, solo queda que las pongas en práctica. Sin embargo, lo más aconsejable es que contactéis con profesionales para que evalúen las instalaciones y os asesoren sobre la mejor solución para erradicar este problema.
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