Si los conductos de tu instalación de fontanería o climatización están correctamente aislados, la eficiencia energética así como tu confort, serán mucho mayores. Existen diferentes sistemas, siendo lo más habitual el uso de coquillas, un recubrimiento tubular concéntrico y flexible, elaborado de materiales aislantes como la lana roca, que en ocasiones también incluyen una fina lámina exterior de aluminio para hacerlas resistentes al fuego.
También existen mantas y fieltros, que sirven para recubrir todo tipo de dimensiones, normalmente grandes conductos.
Estos recubrimientos aportan aislamiento térmico y acústico, siendo su instalación sencilla, si se tiene acceso a la instalación de fontanería o climatización. Para el aislamiento de tuberías y conductos mediante coquillas, seguiremos los siguientes pasos:
- Para empezar, lo primero que tenemos que hacer es medir el tramo de tubería que vamos a cubrir para cortar la coquilla al tamaño adecuado.
- En segundo lugar, tras realizar el primer corte, hay que realizar un segundo corte longitudinal en caso de que no venga ya hecho (normalmente sí), en el medio del recubrimiento.
- En último lugar, hay que encajar la coquilla en la tubería de forma que encaje a la perfección para sellar los bordes del recubrimiento con pegamento universal extrafuerte. Es importante que el pegamento sea, además, flexible y resistente al agua y a altas temperaturas. La coquilla se desprenderá de la tubería si no se cumplen estas características.
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