La iluminación LED se ha extendido de manera espectacular en los últimos tiempos. Hace 30 años los leds únicamente eran reconocidos como aquellas pequeñas lucecitas que indicaban si un aparato estaba encendido o no.
Poco a poco sus aplicaciones fueron siendo mayores, y también se empezaron a utilizar para iluminar escaparates y árboles de Navidad. Después empezaron a sustituir a los focos halógenos en los hogares por su mayor luminosidad y menor consumo, y desde ese momento se han desarrollado en todos los formatos encontrando tubos fluorescentes, bombillas de todos los diseños y formas, alumbrado público, focos de exteriores, etc.
Un LED (Lighting Emitting Diode) es un diodo semiconductor capaz de emitir luz. En el mercado, existen diferentes marcas y modelos y a veces, puede resultar confuso saber qué LED es el que más nos conviene. Además de haber multitud de modelos, la variedad también se extiende al rango de precios.
Primero, vamos a destacar las ventajas de este sistema de iluminación:
- Eficiencia energética: Reduce el consumo de electricidad hasta un 85%. Al mismo tiempo, reduce también las emisiones CO2 en un 80%.
- Ofrecen una mayor vida útil que las bombillas tradicionales. Duran hasta 45.000h
(más de 15 años, si la encendemos unas 8 horas al día), con un mantenimiento mínimo. - La luz que produce es más ecológica:
No sólo por el ahorro energético sino por los componentes químicos que la forman.
No produce productos tóxicos. - No genera calor; por lo que no quema (el 80% de la energía que consume se convierte en luz, al contrario que la bombilla incandescente, que pierde ese mismo porcentaje en forma de calor).
Si ya te has convencido en cambiarte a los LED, ahora necesitas saber qué bombilla del mercado se ajusta más a tus necesidades.
Todos los fabricantes de bombillas convencionales como Philips, LG, Samsung, Osram, Sylvania, Bridgelux, Toshiba han pasado a producir también productos LED. Puedes adquirirlas en grandes superficies, tiendas de iluminación o comprar online.
En cuanto a los voltajes y casquillos, al igual que en las bombillas halógenas, podemos encontrar bombillas LED que funcionen directamente conectados a una corriente de 220V o necesitar de un transformador intermedio porque funcionan a 12V. A la hora del cambio, será importante que conozcamos qué tipo de bombilla tenemos en cada habitación.
Luego tendremos que buscar la bombilla LED con el casquillo adecuado, que puede ser desde el E27 que es el típico de rosca hasta tamaños más pequeños como el E14 o los usados por halógenas como el GU10 o el GU3.5 de las halógenas diodricas.
Al igual que sucede con la iluminación convencional, existe luz fría o cálida, es decir, un tono más blanco o frío, o más anaranjado o cálido; es muy importante tener en cuenta este aspecto cuando pienses en la iluminación de tu hogar.
Como conclusión y desde la experiencia, a pesar de que el precio inicial de los LED resulata algo más elevado que el de los halógenos, a medio y largo plazo, la inversión resulta muy rentable.